TY - JOUR AU - Herrán, Oscar Fernando AU - Bautista, Leonelo E. PY - 2005/11/13 Y2 - 2024/03/29 TI - Calidad de la dieta de la población adulta en Bucaramanga y su patrón alimentario. JF - Colombia Medica JA - Colomb Med VL - 36 IS - 2 SE - Original Articles DO - UR - https://colombiamedica.univalle.edu.co/index.php/comedica/article/view/338 SP - 94-102 AB - <p><strong><em><span style="font-family: Arial;">Objetivo: </span></em></strong><span style="font-family: Arial;">Comparar el patrón de consumo de alimentos entre los años 2002 y 2003 con el patrón observado en 1998.</span></p> <p><strong><em><span style="font-family: Arial;">Métodos:</span></em></strong><span style="font-family: Arial;"> Participantes entre 20 y 60 años de edad, que consumían su dieta regular, completaron dos períodos de siete días de registro de ingesta ponderada de alimentos en 1998 y entre 2002 y 2003. El consumo promedio individual de nutrientes se calculó usando tablas de composición de alimentos. Se usaron pruebas t para comparar las medias de consumo de nutrientes específicas de edad y sexo en ambos períodos.</span></p> <p><strong><em><span style="font-family: Arial;">Resultados:</span></em></strong><span style="font-family: Arial;"> El grupo de alimentos constituido por cereales, raíces, tubérculos y el plátano fue el mayor contribuyente al consumo diario de energía (43.2%), seguido por el grupo de carnes, huevos y leguminosas secas (26%), el grupo de azúcares y dulces (12.1%), los productos lácteos (10.2%), y las grasas (9.9%). Aproximadamente 16% del consumo diario de energía fue aportado por bebidas alcohólicas. Comparando con el año 1998, el consumo diario de energía se incrementó en 12% en hombres y 10% en mujeres. Se encontraron disminuciones significativas en el consumo de vegetales (60% en hombres y 20% en mujeres) y frutas (30% en hombres y 16% en mujeres); el consumo de grasas permaneció estable.</span></p> <p><strong><em><span style="font-family: Arial;">Conclusión:</span></em></strong><span style="font-family: Arial;"> El consumo diario de energía aumentó en esta población. Sin embargo, ha habido una disminución significativa en el consumo de vegetales y frutas. Estos cambios podrían resultar en un aumento del riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles en esta población.</span></p> ER -