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La revisión bibliográfica realizada demuestra que la amibiasis tisular en la infancia es menos frecuente que en los adultos y acontece sobre todo en los 6 primeros años de la vida. Su distribución es similar en ambos sexos y la presentación clínica es más aguda y de mayor mortalidad que en los adultos, sobre todo debido a la cantidad de complicaciones. Frecuentemente los abscesos hepáticos son múltiples y la sintomatología predominante incluye fiebre alta, hepatomegalia dolorosa, leucocitosis y anemia. La disentería concomitante y la historia de diarrea son comunes pero su ausencia no excluye el diagnóstico. Las complicaciones más frecuentes son la apertura del absceso hacia el tórax, la piel, el peritoneo o el pericardio. El tratamiento incluye tinidazol, 60 mg/kg en una dosis por 3 a 5 días; se acompaña de dehidroemetina, 1.5 mg/kg a 2 mg/kg por 10 días y cloroquina, 15 mg/kg por 21 días, en los casos graves o después de drenaje quirúrgico. Si bien la aspiración con aguja no se debe realizar en todos los casos se debe emplear cuando los abscesos son grandes o superficiales y también cuando hay dudas diagnósticas. Hay que aspirar repetidamente los abscesos de los que se obtengan más de 250 ml de pus. El drenaje quirúrgico se debe hacer cuando el tratamiento médico y la aspiración no mejoran rápidamente al enfermo. La amibiasis intestinal invasora origina cuadros de disentería o de diarrea con moco y sangre. Se debe visualizar el rector para ver la apariencia de las lesiones y tomar muestras de la mucosa. El tratamiento es tinidazol 60 mg/kg en una dosis por 3 a 5 días o eritromicina 20 mg/kg en 4 tomas por 10 ó 20 días, esta última acompañada de cloroquina 7 mg/kg, por 14 días, para realizar la profilaxis del absceso hepático, ya que los antibióticos no tienen acción antiamibiana tisular. La dehidroemetina se usa en los casos muy graves, sobre todo cuando hay complicaciones. Si queda una amibiasis luminal residual debe tratarse con antiamibianos no absorbibles. El metronidazol y el tinidazol son ineficaces para la amibiasis luminal. Casi todas las peritonitis, como complicación de una disentería son graves. La indicación del tratamiento quirúrgico versus el tratamiento médico es materia de controversia. Se describen brevemente la infección por Dientamoeba fragilis y la meningoencefalitis primaria producida por amibas de vida libre.


Antonio D´. Alessandro, Universidad del Valle

Profesor de Medicina Tropical, Universidad de Tulane. Profesor Visitante, Universidad del Valle, Cali, Colombia.
D´. Alessandro, A. (1983). Amibiasis en la infancia. Colombia Medica, 14(4), 167–172. https://doi.org/10.25100/cm.v14i.4.3357

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